Fueron enlazándose
atentas brisas de veranos
e historias compartidas
fueron acabándose los cuentos
de príncipes azules y perdices
fueron cambiándose los rostros
añejándose en bodegas de vida
y camas frías
fueron tantos gerundios que sumaron
esta resta de existencias conocidas
y seguimos amando
el día a día
de esperanzas deseosas
de ser correspondidas.
del libro “Asesinas mi amor con plumas de ángeles”
Maria Raquel Bonifacino
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